La transformación digital está hoy en día presente en mayor o menor medida en todas las industrias y sectores productivos. Esta transformación impacta a dos niveles: la innovación en los modelos de negocio, creando nuevos productos y servicios habilitados por la digitalización, y una mejora de los procesos operativos, aumentando la eficiencia y los resultados gracias a la tecnología.

En la industria de la arquitectura, ingeniería y construcción (AEC), aunque también se están produciendo alguno cambios de modelo de negocio, por ejemplo derivados de la implantación de BIM y las tecnologías relacionadas, esta transformación se enfoca principalmente a la mejora de la operación. Sin embargo, las particularidades del sector y los desafíos a los que se enfrentan los directivos y responsables de estas empresas condicionan enormemente el correcto desarrollo e implantación con éxito de iniciativas de digitalización.

Transformación digital en la construcción

Dentro del sector AEC, las áreas de diseño e ingeniería son sin duda las más avanzadas en cuanto a la implantación de soluciones digitales. Sin embargo, pese a la aparición de múltiples tecnologías, como el uso de drones, robots, herramientas inteligentes, etc., la construcción física ha asimilado pocos cambios y sigue siendo principalmente un proceso principalmente analógico.

Esto hace que, en la práctica, el sector de la construcción sigue siendo uno de los menos digitalizados del mundo. Esto se debe en gran parte a las particularidades de la industria, como la participación de múltiples subcontratas y proveedores, a menudo con poca cualificación tecnológica y con poco interés por incorporar nuevos métodos de trabajo en el poco tiempo que dura un proyecto. Esto sin contar la enorme variedad que hay en los propios proyectos, que dificulta terriblemente el desarrollo de herramientas y métodos que se puedan aplicar de forma estandarizada.

Por otro lado, las empresas de AEC suelen contar con presupuestos de I+D+i bastante limitados, lo que finalmente deja poco margen para la transformación digital.

Algunas de las tecnologías principales que pueden ayudar a la transformación del sector y aumentar su eficiencia y productividad podrían ser:

  • La implantación de la metodología BIM, avanzando en la implantación de todas sus dimensiones, hasta llegar a la BIM 7D, enfocada en la gestión posterior de las edificaciones, o incluso niveles superiores enfocados en la eficiencia de las operaciones para aportar valor añadido al mantenimiento de las edificaciones e instalaciones.
  • Herramientas de colaboración digital y movilidad que ayuden a superar los problemas en la relación entre los distintos actores de los proyectos, internos y externos.
  • Sistemas de control de calidad y de gestión de los procesos de seguridad y normativos.
  • Aplicaciones para mejorar los flujos de información en tiempo real y la interoperabilidad con otros sistemas.
  • Sistemas de automatización de procesos.
  • El uso del Internet de las Cosas (IoT).
  • La analítica avanzada de datos.

Con la implantación de estas tecnologías se pretende mejorar aspectos como la eficiencia, la sostenibilidad o los costes, vitales para asegurar un retorno de la inversión y una mejora significativa en los resultados de las organizaciones.

Desafíos de la digitalización en el sector AEC

Uno de los principales retos de la digitalización en cualquier empresa, y particularmente en las del sector AEC, es conseguir una definición clara de los objetivos del proyecto de transformación y cómo estos cambios crearán valor para la empresa. Durante el desarrollo de los proyectos, es vital poner el foco tanto o más en los procesos operacionales y de negocio como en la propia tecnología.

Algunos de los principales retos que ya hemos mencionado tienen que ver con aspectos como la fragmentación y dispersión de los equipos, la participación de múltiples subcontratas y proveedores, la escasa capacitación digital de los profesionales o la falta de estandarización en el sector. Algunas iniciativas, como la implantación de la metodología BIM, trata de subsanar algunas de estas barreras, pero en la mayoría de los aspectos aún queda mucho trabajo por hacer.

Posiblemente mejorar la colaboración entre los distintos actores del proceso, desde el diseño hasta la construcción y el mantenimiento, sea uno de los aspectos más críticos a abordar. Pensemos por ejemplo en una obra en la que existen múltiples defectos en los materiales y productos enviados por un determinado proveedor, pero que no se comunican al mismo a tiempo, produciendo problemas de calidad, retrasos y sobrecostes. Utilizando modelos BIM en un entorno de datos común (CDE), y facilitando el acceso al mismo a todos los actores, se permite a los trabajadores etiquetar los productos defectuosos y al proveedor recibir dichos avisos en tiempo real. De este modo puede diagnosticar y reducir los defectos antes de realizar nuevas entregas, de modo que tanto el proyecto como todas las partes puedan salir beneficiadas.

Cómo abordar la transformación digital en AEC

Las empresas constructoras más innovadoras se apoyan en socios tecnológicos que proporcionan herramientas que cada miembro del equipo puede utilizar para colaborar de forma más eficaz, permitiendo a los proyectos mantenerse según la planificación y dentro del presupuesto.

El uso de estas herramientas permiten a las empresas mejorar su competitividad, aumentando sus ingresos y mejorando los resultados y los beneficios para las empresas, los propietarios, inversores, subcontratistas y trabajadores.

A la hora de elegir las soluciones informáticas adecuadas, es importante no obstante mantener el foco en la solución de problemas y retos reales de la empresa, de modo que la tecnología sea un medio para solucionarlos y no un fin en si misma. Algunos de estos retos pueden ser:

  • Finalizar a tiempo y más eficientemente. Cada vez se acortan más los tiempos y las expectativas del cliente.
  • Proporcionar mayor valor añadido para el mantenimiento de las edificaciones
  • Mejorar en el control y los procesos de seguridad y normativos.
  • Problemas en la relación entre las partes (internas o subcontratas) que necesitan mejoras en la colaboración.
  • Deficiencias en los flujos de información en tiempo real.
  • Incrementra la estandarización y la automatización.

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