La gestión del rendimiento de activos empresariales (APM) comprende actividades de captura, integración, visualización y análisis de datos con el objetivo de mejorar la fiabilidad y la disponibilidad de los activos físicos, minimizando los riesgos y los costes de la operación, para lograr el máximo rendimiento económico de la actividad. APM incluye además conceptos de vigilancia de las condiciones, mantenimiento predictivo y mantenimiento centrado en la fiabilidad (RCM).
Gartner define APM como un conjunto de soluciones tecnológicas diseñadas para mejorar la fiabilidad y disponibilidad de los activos físicos esenciales para la operación de una empresa.
El concepto de APM está tradicionalmente relacionado con la industria y la Industria 4.0, pero puede extrapolarse fácilmente también a las empresas de servicios, especialmente en sectores donde la disponibilidad y el rendimiento de los activos puede afectar directamente a la prestación de los servicios y a los resultados de la actividad, como pueden los sectores de distribución (hipermercados), restauración o energía (como por ejemplo estaciones de servicio).
Principios de APM
La gestión del rendimiento de los activos implica el intercambio de información y la integración de aplicaciones entre las operaciones y el mantenimiento para proporcionar una visión completa de la producción, el rendimiento de los activos y la calidad del producto. APM mejora la integración entre la gestión de las operaciones y la gestión de los activos, asegurando la capacidad de producción o de prestación de servicios. Las soluciones APM afectan a los procesos de negocio, la tecnología y la organización de las empresas.
La gestión del rendimiento de los activos sincroniza la producción y el mantenimiento con el intercambio de información y la integración de aplicaciones entre la gestión de los activos de la empresa, los sistemas de gestión de las operaciones, la gestión de los activos, las inspecciones y otras soluciones para proporcionar una visión completa de la producción y el rendimiento de los activos. Esta integración aumenta la visibilidad, la colaboración y la comunicación entre las distintas funciones para mejorar la productividad, la fiabilidad, la seguridad, la calidad y el rendimiento de los activos.
APM supone alcanzar el máximo nivel de madurez en las operaciones de mantenimiento de la organización, abarcando todas las áreas, desde los tradicionales mantenimientos reactivos y preventivo, hasta alcanzar el matenimiento predictivo y, por último, llegar a gestionar el mantenimiento basado en riesgos.
La optimización mediante el APM abarca distintas áreas funcionales, como las operaciones, el mantenimiento y la gestión de la calidad. Este enfoque de APM se convierte en un medio para mejorar sistemáticamente las métricas clave, como por ejemplo el tiempo de actividad, el tiempo medio de reparación (MTTR), la vida útil de los activos, el costo, la calidad/rendimiento y la seguridad. Esta mejora repercute directamente en los resultados de la empresa, desde el nivel de ingresos a los beneficios, sin olvidar los índices de satisfacción de los clientes.
Componentes de APM
La gestión de rendimiento APM está impulsado principalmente por herramientas analíticas potentes que se alimentan de información que proviene de unos procesos empresariales integrados. Contextualiza los datos para crear información procesable buscando a través diversas fuentes para encontrar patrones y oportunidades de mejora. APM utiliza la gestión de datos, el reconocimiento de patrones, el análisis predictivo, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para hacer que las organizaciones centradas en los activos sean más productivas, mejorando la fiabilidad de los activos a la vez que se reducen los costes y riesgos operativos.
Sin embargo, al igual que ocurre con otras herramientas como la gestión estratégica de activos (EAM), en APM es tan importante o más la estrategia que la tecnología. Una estrategia unificada ayuda a las personas, los procesos y los sistemas a trabajar juntos para lograr una excelencia operativa sostenida. La creación de unos procesos simplificados, automatizados y estructurados son la base de una gestión de activos y una gestión de rendimiento realmente eficaces.
A partir de esta estrategia, algunos componentes fundamentales en APM son:
- Visión completa del estado de los activos, combinando información IT (sistemas de información) con OT (sistemas operacionales, como sensores).
- Analíticas avanzadas, incluyendo técnicas de Big Data y gemelos digitales.
- Gestión de riesgos legales y de compliance, usando herramientas que monitoricen los parámetros principales que afectan al riesgo asociado al estado de los activos.
- Uso de sistemas de gestión estratégica de activos empresariales (EAM estratégico), como Retain, que ayudan a integrar todos los procedimientos y operaciones relacionadas con los activos de la empresa para crear una estrategia de eficiencia global en las operaciones.
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