Actualmente podríamos definir dos grupos de metodologías de trabajo en el desarrollo de proyectos: la tradicional y la basada en BIM. En la metodología tradicional, los proyectos de ingeniería o construcción se desarrollan con departamentos que trabajan paralela e independientemente. La metodología BIM permite trabajar de forma simultánea en un mismo proyecto. En este caso la operativa para el desarrollo del mismo es interdisciplinar y todos los departamentos colaboran desde el inicio en el desarrollo del activo.
Beneficios de BIM en la reducción de costes y tiempos
Trabajar con metodologías BIM permite obtener de forma más rápida y exacta información de equipos y presupuestos en tiempo real. BIM mejora la comunicación, se reducen tiempos de espera para obtener información y disminuyen las interferencias que derivan en problemas durante las diferentes fases del proyecto, reduciendo así los costes asociados a este tipo de incidencias.
La colaboración de los distintos departamentos permite reducir interferencias entre disciplinas que derivan en problemas durante las diferentes fases del proyecto.
La curva de MacLeamy
La curva de MacLeamy representa de una manera gráfica muy aclarativa los efectos del uso de BIM en la evolución y los costes del proyecto. La curva 3 muestra el esfuerzo necesario en el diseño tradicional desde la etapa conceptual (PD) hasta la etapa de construcción (CD). La línea 2 muestra el coste a medida que avanza el proyecto. La curva 4 representa el esfuerzo en BIM.
Se observa que en etapas tempranas del proyecto el coste es superior, pero se ve reducido de manera eficiente a lo largo del resto de fases del proyecto hasta su etapa final.